- Chequeo médico: Realizar un examen médico para determinar si debes tomar precauciones al realizar las actividades propias de Senderismo y/o Montañismo, además es importante conocer si tienes algún tipo de alergia que pueda afectarte al estar en contacto con la Naturaleza.
- Seguro de Salud: Se sugiere estar cubierto en forma individual, familiar o institucional por un seguro médico. La Tarjeta Federativa de Montañismo es un buen ejemplo.
- Aceptación del riesgo: Cualquier consentimiento informado debe basarse en el conocimiento de los riesgos, por parte del participante, que puedan surgir durante la práctica de la actividad de Senderismo y/o Montañismo que se vaya a realizar.
- Ropa, calzado y equipo: El equipamiento ha de ser el adecuado para el tipo de actividad a realizar, además, hay que tener en cuenta la época del año en que se desarrolle ésta. Piensa en los cambios bruscos de temperatura- que son frecuentes en montaña- lo más fácil se puede convertir en difícil y peligroso, aprende a renunciar, siempre podrás volver.
- Alimentación: es fundamental en montaña. Procura llevar comida ligera y agua suficiente. Come antes de tener hambre y bebe antes de tener sed.
- Accidentes: Procura conservar la calma ante un accidente. Una persona herida debe de permanecer en el lugar del accidente (si es posible) y nunca sóla/o. Avisar por medio de señales, silbato o móvil si es posible.
- Medio Ambiente: La base fundamental del montañismo es la libertad y el respeto a todo lo que nos rodea. La degradación del medio ambiente va en aumento. Recoge todos los desperdicios y bájalos a la basura. No hagas fuego, si fuese necesario, hacerlo en los lugares indicados para ello.
- La Experiencia: El conocimiento de la montaña y su técnica se adquieren con la constancia y la práctica. Nunca tengas prisa, mide tus fuerzas. Retroceder cuando se crea oportuno no es ninguna deshonra, sino un signo de prudencia. Valora la dificultad, aristas, pasos complicados, cambios de tiempo, agotamiento etc.
Nota final: El montañismo bien entendido no admite pugilatos; por compañerismo y nobleza, el montañero/a debe acompasar su marcha a la del rezagado/a y si es posible ayudarle.